Acceso a dirección pública: sólo funcionarios o del ámbito privado?. Polémica servida

Algunos tuvimos oportunidad de participar de la «Jornada sobre gestión por competencias en la administración pública» celebrada en la Universitat de les Illes Balears hace unos días, organizada por el Forum Institucional de Calidad del Sector Público de les IB.

Os adjunto un enlace a la noticia de la UIB y (lo más importante) a las ponencias por si alguno le interesa algún tema específico:

Jornada de Gestión por Competencias. Forum Institucional de Qualitat al Sector Public IB

(Algunas ponencias están en catalán, aunque la mayoría están en castellano).

En el ámbito del Directivo Público Profesional (DPP) Fernando Monar tuvo la oportunidad de explicar de manera atrevida y brillante una comunicación sobre Habilidades esenciales de la alta dirección y competencias públicas, exponiendo el modelo de evaluación y certificación de personas para poder optar a ese tipo de directivo, basado en:

Comité de Excelencia para la Dirección Pública Profesional de IFQA

El proceso de Acreditación y Evaluación de la DPP permitirá que a medio plazo, -escalonadamente – todo profesional que aspire a desempeñar un puesto de dirección pública deberá obtener una acreditación para el ejercicio. Sus criterios serán la constatación de formación y experiencia en las materias de, al menos, dirección de equipos, calidad pública, presupuesto y gestión económico-financiera, procedimiento administrativo, las TIC, régimen de subvenciones, contratación pública, administración electrónica, relaciones interadministrativas, comunicación, recursos humanos, participación y atención ciudadana y desarrollo local […]

Lo que más debate suscitó (como no podría ser de otra manera en un público que trabaja mayoritariamente en el sector público) fue que el acceso a la DPP pudiera realizarse también sin ser funcionario. Eso «levanta ampollas», es evidente, entre determinados colectivos.

Pero aún (y es mi opinión) no he escuchado ningún argumento sólido que desmonte el principio inspirador de esta opción: que sea DPP el mejor, provenga de donde prevenga, acreditando además que conoce y sabe de que va esto de «lo público».

Y no vale confundir esto con «la privatización» y cosas similares, cuando justamente lo que se pretende es lo contrario: reforzar la gestión pública para atemperar una tendencia privatizadora en la que inexorablemente iremos progresando mientras que no mejoremos nuestra capacidad de gestión.

Pero reconozcamos que la polémica está servida.

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