Estos días, tratando de conocer con mi hija lo que se aprende ahora de psicología en la universidad, repasando la asignatura de Psicobiología, resulta que estudian un tema que se llama «Tema 9: Funciones ejecutivas. El cerebro de los cerebros».
Un título tan sugerente para mis intereses y preocupaciones actuales hace que centre mi atención, sobre todo después de leer cómo empieza el temario: «Las personas con disfunción ejecutiva tiene problemas para organizarse, hacer una lista de tareas y seguirla (conducta dirigida a objetivos).»
Y pienso cuantos directivos y mandos tienen tenemos esa «enfermedad».
Sigo leyendo aún más interesado: «Las funciones ejecutivas son las capacidades que nos permiten desarrollar con éxito una conducta independiente con un propósito (objetivo determinado). Las capacidades mentales necesarias son:
- Formular objetivos
- Planificar cómo conseguirlos
- Llevar a cabo estos planes efectivamente»
El colmo es que descubro que algunas de estas funciones se «localizan» (por así decirlo) en determinadas partes del cerebro con extraños nombres como cortex profrontal dorsolateral u orbifrontal. Y resulta que el área donde se ubica la función específica motivacional es la prefrontal medial o paralímibica, según los últimos estudios.
Resulta curioso comprobar que algunos llevemos años tratando de entender o dar consejos sobre cómo mejorar la capacidad de planificación o motivar personas y equipos, – con resultados no siempre satisfactorios, por cierto -, y en breve los neurocientíficos lo resolverán con sus soluciones técnicas, inhibiendo o activando estas áreas o conexiones (con fármacos, radioterapia…). Aunque quizás no sea tan divertido como ahora 😉
Aún así, le insisto a mi hija que aceleren sus estudios, ya que hay organizaciones, equipos y personas altamente necesitados de sus avances en el mundo de la planificación, la toma de decisiones y la motivación (¿especialmente en administraciones públicas?).
Pues que a la pastilla le pongan unos gramos de «empatía», «generosidad» y «responsabilidad social» y nos la receten a todos….Gracias Jaime!!!
Si, Soledad, da algo de miedo todo este posible «control».
Continuando con esta especie de broma-ficción del post, después que ya tengamos la solución a nuestros problemas de planificación u organización, tendrán que venir los inventores con «las pastillas» de genialidad y creatividad, como tú dices. 😉
Concluimos que no todo serán tan perfecto (gracias a Dios ¡), pero también creo que comprender mejor cómo funciona el cerebro nos puede ayudar, eso sí.
Gracias por seguir el blog y participar.
Pues a mí me da un poco de miedo la propuesta…
Esa «mejora» en base a qué estándares se establece? qué es lo adecuado o no en la planificación y la consecución de objetivos? y por otro lado, «intervenir» sobre alguien para que mejore sus capacidades de determinación de propósitos y planificación para conseguirlos (basada por supuesto en los conocimientos que ya posee), no restará creatividad??, genialidad??? innovación??
No sé… a mi me sugiere un aroma al mundo perfecto….
MAntonia, es verdad eso de que no está nada mal que los hijos o jóvenes nos enseñen o nos amplíen nuestras perspectivas u horizontes. Por otra parte, como reconoces, también la noble y ancestral tarea masculina de cazar tenía su punto de organización y planificación, que conste.
Siguiendo con tu interesante propuesta de la «toma de pastillas» para planificar, también habrá que tener en cuenta que producirán efectos secundarios, como cualquier medicamento que se precie, y ya no serán sólo los clásicos (subida de tensión, somnolencia, etc.), vete a saber qué funciones mentales o cognitivas se alterarán ;)… Uf¡ esto se complicada cada vez más.
Carmen, estoy contigo, en que se apresuren esos investigadores a ver si podemos ver algo los de nuestra generación; eso de conocer cada vez mejor el funcionamiento del cerebro es estupendo, pero parece que estamos todavía lejos de poder «controlarlo».
José Luis, nos haces ver que no hay nada nuevo bajo el sol. Si en tu párrafo sustituyes «enemigo» por «cliente» podrías encarjarlo perfectamente en cualquier manual de marketing empresarial de éxito de estos días.
Bello y sugerente término castellano el de «doctrina» (ahora algo defenestrado por algún uso indebido).
Gracias a los tres por vuestras interesantes aportaciones.
Uhmm…
«Formular objetivos
Planificar cómo conseguirlos
Llevar a cabo estos planes efectivamente”
Pues no te lo vas a creer, pero a mi me suena a Doctrina ( me refiero a la Doctrina Militar que estudiaba en Zaragoza hace mil años).
El caso era escoger un objetivo adecuado y rentable estratégicamente; diseñar un plan factible, acorde con mis recursos y los del ‘enemigo’ y ejecutarlo diligentemente pero con capacidad de adaptación, acabando con explotar el éxito hasta el final.
Al que hace esto en la carrera de las armas se le llama ¿héroe?. En el resto de la administración será ¿genio?.
Esperemos que nuestros hijos lo hagan siendo ¿profesionales?
Saludos.
Me encanta el tema.
Ciertamente será estupendo poderse «curar» tan rapidamente de la tendencia natural a la desorganización, perdón, en positivo, improvisación ……..aunque será mucho más aburrido …….. la perfección suele causar este efecto negativo de cansancio…..
En fin, ánimo a la psicología y demás ciencias para que nos ayuden a «mejorar» en gestión de tiempo, objetivos y personas que buena falta nos hace!!!!! porque creo que es pronto para preocuparse por alcanzar la perfección, por lo menos por mi parte.
Y, es verdad, quizás sea ésta una de las facetas positivas del liderazgo en femenino!!!! las mujeres llevan mucho tiempo organizando e intentando organizar a los demás ….
Bueno, como me falta mucho para alcanzar la excelencia en este aspecto, por favor jóvenes apresurar vuestras investigaciones o no me alcanzará a mi……
Gracias por las reflexiones.
Parece que nos queda mucho por aprender. Y es un orgullo que sean nuestros hijos quiénes nos lo enseñen. Aunque tomarse una pastillita para ponerse a organizar el armario o quien dice el armario dice un equipo de personas (Digo yo que ambas capacidades estarán en la misma zona del cerebro) me da que pensar que las mujeres debemos tener esas habilidades más desarrolladas. Tantos años ordenando, planificando, motivando (aunque sea la cueva, las comidas, a los hijos) mientras los hombres cazaban y recolectaban ;)) Aunque pienso que ahí hay mucho de aprendizaje también.
Nada, un placer saber que quedan cosas por descubrir, por aprender y por cambiar.