Transcurren tiempos de discusiones crispadas, de desencuentros, de conflictos. Son tiempos en los que nos cuesta mucho renunciar a la pretensión de tener razón, origen de tantas tensiones. Habitualmente no somos capaces de tomar una decisión fundamental en nuestra existencia: ser felices o tener razón.
Estas ideas no son mías, provienen de libro «La paz se aprende», de Thomas d’Ansembourg y David Van Rebrouck. Estos autores proponen orientar nuestras acciones hacia la comunicación no violenta, la plena conciencia y el cultivo de la compasión o benevolencia, como formas para desarrollar una cultura de la paz. Su idea fuerza es que eso se aprende, no es algo que venga dado, y no estamos haciendo nada en esa línea. Uf! Sí, ya sé, que son palabras y conceptos que parecen cursis, soft, light, poco sólidos o contundentes para estos tiempos que requieren de dureza, certezas y seguridades, aunque… así nos va con ellos. Ya sabemos orientarnos y educar en la guerra (tenemos hasta Ministerios para ello), estos autores proponen educar ahora en la paz.
Pero, esto no va sólo de países o sociedades globales, pensemos también en nuestras familias o entornos próximos y en nuestras organizaciones laborales, modeladas básicamente por los conflictos y las discrepancias, cuando podrían estarlo por la escucha, la comunicación, la franqueza, los afectos y hasta las sonrisas. De hecho cuando eso ocurre, mejor nos va.
Seguro que entendendéis que no estoy hablando de «peace and love» para todos o de un «buenismo» ingenuo, no. Lo constataréis si os dáis una vuelta por el libro mencionado y la amplia literatura que se menciona.
El cambio sabemos que es difícil, porque ¿cómo se puede actuar de forma distinta sin aprender a pensar de forma distinta?.
Imagen: Conferencia de Somerset House, 1604 (autor desconocido). Final de la Guerra anglo-española de 1585-1604.
Felicitaciones de otros años:
Año 2017: Disfruta del camino, en el 2018
Año 2016: Mis mejores deseos lulianos para el 2017
Año 2015: Sencilla, como la vida… y no te quejes del mal tiempo.
Año 2014: ¿Cuál es el “mcu”que nos une?
Año 2013: Otra mirada para el 2014.
Año 2012: No sé que pedir en estas fiestas.
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Pingback: 2023: El año en el que se cumplieron algunos sueños | Jaime Tovar
Mariano, Carmen: sigamos conversando, si.
Gracias por pasaros por aquí y comentar.
Que en el 2019 hablar de Comunicación No Violenta, de la compasión y de las necesidades propias y de los otros seres no sea de cursis. Seguimos conversando!
Gracias Jaime,
últimamente estoy volviendo la vista a Gandhi , Rosa Park o Mandela con su no violencia o a los y las políticas de la transición que supieron poner por delante lo verdaderamente importante frente a la confrontación.
Creo que en estos momentos es esencial escuchar más que responder y colaborar más que competir. Como decimos en el IAAP escuchar con atención y hablar con intención.
Por todo ello me encanta tu post y sobre todo la forma en que lo dices.
Así que vamos conversando. Feliz año nuevo lleno de conversaciones que nos permitan aprender y colaborar.