En un aula donde se forman los «cahorros» de las policías locales me sorprendió la pizarra llena de posits con nombres como Valentia, Integridad, Igualdad, Coherencia, Tolerancia, Imparcialidad, Respeto, Ejemplaridad, Compromiso, Empatía, Disciplina, Justicia, Honradez, Vocación, Lealtad, Sensibilidad, Paciencia, Responsabilidad, Esfuerzo, etc.
Interesante. Parecían los «restos» de una clase para tratar el tema de los valores de una policía moderna y comprometida con sus ciudadanos. Pero mi preocupación es si estamos haciendo todo lo necesario para fijarlos, y sinceramente me preocupa aún más si realmente tenemos (quién tiene que tenerlo? quién tiene que determinarlo?) un «modelo» o referencia para transmitirlos.
Lo que finalmente hace un agente en la calle con sus ciudadanos tiene que ver con la percepción anterior que tiene él y la sociedad de esa policía, con lo que se le transmite en la academia en su formación inicial, lo que se ha incluido en el programa de su formación básica (que le indica lo que tiene valor y lo que no) y con lo que le transmiten sus profesores. Y por supuesto con lo que se encuentran al llegar a sus plantillas a trabajar. Todo lo que han aprendido puede reforzarse o «destruirse» (y en poco tiempo) en ese momento.
Pienso que hay policías en nuestro entorno próximo (como por ejemplo los Mossos d’Esquadra-PG o la Guardia Civil) que saben que quieren y al final se aseguran que los policías que «salen de su fábrica» tienen una formación y unos valores homogéneos. Me dan cierta envidia, lo reconozco.
La situación de las policías locales -con esa realidad de múltiples cuerpos y servicios diferentes y autónomos- tiene esas cosas… es parte de su grandeza o limitación.
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