Fuente: elcorreo.com
Fecha: 09/12/10
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El sindicato de la Ertzaintza ha presentado 46 alegaciones al proyecto de la Consejería de Interior
El sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Erne, ha presentado 46 alegaciones a la Ley de Ordenación del Sistema de Seguridad Pública del País Vasco, la norma con la que la consejería de Interior pretende renovar la Ley de Policía, vigente desde 1992. Entre otros asuntos, la central denuncia que algunos aspectos de la reforma referidos a las policías locales «dan cobertura a la creación de guardias pretorianas» en los ayuntamientos, mediante la creación de nuevos tipos de agentes.
El proyecto de reordenación de la seguridad pública en Euskadi ha sido remitido por el Departamento de Interior a la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) -así como a partidos políticos, instancias judiciales y sindicatos- con el fin de buscar el máximo consenso de cara a su futura aprobación en el Parlamento. Entre los muchos aspectos que contempla la futura legislación, la consejería ha introducido la regularización de las figuras de los auxiliares y vigilantes, además de los agentes de movilidad. El departamento que dirige Rodolfo Ares ha creado estos puestos con el objetivo de que los ayuntamientos que no tienen cuerpos de policía local o cuya plantilla es reducida puedan encontrar la forma de realizar este tipo de funciones sin necesidad de aumentar el contingente de agentes.
La central mayoritaria rechaza estas figuras, por entender que su creación «supondrá una pérdida progresiva del concepto de agente de la autoridad, creará una sensación de desprotección y confusión en los ciudadanos, al tiempo que empeora la gestión de recursos humanos y materiales». La central, además, considera que estas figuras «facilitan» que personal de seguridad privada asuman funciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad, «lo que favorece la privatización de la seguridad»
Además, la central considera que la ampliación del centro de estudios de Arkaute para crear la Academia de Policía y Emergencias -en la que se formará a agentes, pero también a bomberos o personal de protección civil- «no tiene en cuenta las demandas de la sociedad». Para Erne, el carácter «polivalente» que va a tener el centro «va a impedir» la formación «inmediata» de los nuevos policías en formas de delincuencia como las mafias de trata de seres humanos, la violencia machista o el crimen en Internet.
Con respecto a Arkaute, el sindicato mayoritario de la Ertzaintza vaticina «el previsible colapso» de las aulas y lamenta que no se haya tenido en cuenta la situación de muchos agentes de la Policía vasca «que llevan quince años sin realizar prácticas de tiro o 20 años sin ningún tipo de reciclaje profesional»
En este sentido, la central denuncia que el anteproyecto no contempla implantar una carrera horizontal para los miembros de la Ertzaintza «lo que favorece el denominado ‘síndrome del quemado’». En su opinión, durante años se ha instaurado «un sistema que premia al que cumple con las estadísticas y no al profesional, con lo que una formación «dentro de la misma categoría» motivaría más a los agentes y permitiría «premiar la profesionalidad»
Asimismo, entre las alegaciones que Erne ha presentado a la futura ley pide que se tenga en cuenta a los sindicatos en los distintos organismos de debate que se crean, como el Consejo de Seguridad Pública de Euskadi o los consejos locales de participación.